¿Nueva definición para
"abortos terapéuticos"?
Una enfermera graduada en
Illinois dió la voz de alarma sobre lo que estaba ocurriendo en un hospital
del área de Chicago, en donde se estaban practicando abortos, en donde
cuando nacía un infante "con problemas" se abandonaba la criatura
para que muriera.
Jill Stanek es una enfermera
asignada a la sala de partos del "Christ Hospital, localizado en Chicago
en los suburbios de Oak Lawn. Esta reveló que los procedimientos de "abortos
terapeúticos", como los llamó, iban más allá de lo permitido bajo la
decisión de "Roe v. Wade" de 1973, que legalizó el aborto por
demanda en los Estados Unidos, ya que cuando un niño nace se convierte
legalmente en una persona a la cual se le tienen que garantizar los derechos
plenos que todos gozamos.
El Procurador General de
Illinois se encuentra investigando las denuncias hechas por Stanek, pero a la
fecha de hoy no ha radicado cargos contra el hospital o sus empleados.
De acuerdo al grupo
"Concerned Women For America", que monitoreo la historia y la
investigación, la Procuradoría estaba investigando las razones que tuvo el
hospital para inducir el nacimiento prematuro de criaturas para luego dejarlos
morir. En contraste a los llamados "abortos de nacimiento parcial",
estos bebés nacieron vivos y luego fallecieron fuera del vientre de su madre.
El personal médico no le prestó ningún tipo de ayuda y por lo general
fallecían tiempo después en las manos de enfermeras. Stanek le informó a la
agencia de noticias "WorldNet Daily" que: "cuando estas
criaturas no estaban en los brazos de sus padres o de personal de enfermería,
usualmente se llevaban a unos salones en donde se dejaban morir solos".
"La mayoría de estos bebés
presentaban algún tipo de condición, como el "Síndrome de Down" y
"Espina Bífida", y otros tenían anomalías de carácter
fatal". Lo que animó a esta profesional de la salud a hacer esta
denuncia fue lo que ella denominó una política del hospital de tener como
norma procesal el dejar morir a criaturas que según algún personal médico,
no valía la pena que vivieran dada la problemática de salud que traían al
nacer. A este tipo de procedimientos se les llamó "terminaciones de
embarazos medicamente indicados" - y se practicaban entre 10 y 20
veces anuales, según lo indicó la portavoz del hospital, Sue Reimbold. Se
llevaban a cabo entre las 16 a 23 semanas del embarazo.
Durante el procedimiento, el
parto era inducido y el feto nacía, usualmente vivo. Lo único que recibía
la criatura de parte del personal médico era lo que ellos llamaban, un "comfort
care" en donde los infantes eran sostenidos por su madre o
enfermeras hasta que fallecían.
El hospital alegó que estos
abortos no eran electivos y que se practicaban solamente cuando "la
paciente y su médico determinaban que condiciones complejas y críticas ponían
en peligro la vida de la madre o del feto". El hospital se defendió de
estas prácticas argumentando que usualmente las anomalías con las que venía
el feto le hacían imposible la vida fuera de su madre.
No obstante, laenfermera Stanek
negó esto diciendo que ella personalmente fue testigo de nacimientos en donde
se aplicó el "aborto electivo terapeútico" en donde la criatura
hubiera podido vivir si le hubieran prestado cuidados médicos.
Hace unas semanas el Procurador
de Illinois confirmó que realizaba unas investigaciones al respecto. De
acuerdo a los expedientes del "Christ Hospital", ellos previamente
limitaban estos procedimientos a "fetos muy, muy enfermos que no tenían
posibilidades de vivir". Sin embargo unas nuevas guías sobre "terminación
de embarazos", con fecha de Junio 1, 1998, expandía la política de
terminación de embarazos para que incluyera a niños con "Síndrome de
Down", fibrosis cística, y la condición mental de la madre.
Keith Scherer, un abogado de la
organización "Pro-Life Law Center" con oficina en Chicago estaban
explorando unas avenidas legales para responder a estas prácticas, incluyendo
la posibilidad de cargos por homicidio. Añadió que esto haría un buen caso
de prueba ( "test case" ) para detener la misma práctica en otros
estados. Afirmó que: "Si los hospitales continuan haciendo lo que se
hace aquí, tenemos que llegar a la conclusión de que vamos tomando un curso
de descenso resbaladizo del aborto al infanticidio.